El Observador / 09 de septiembre 2020
Dicen que eran 10 mil, los muy conservadores contaron apenas mil 500, en cualquier caso, eran un montón de agricultores que enfrentaron y echaron a la Guardia Nacional de la presa La Boquilla.
La acción se dio luego de una mega caravana que partió de Lázaro Cárdenas y culminó en las inmediaciones de la presa, en San Francisco de Conchos.
Era el preludio del desalojo, pero ahora de los guardianes del orden que cumplían la orden de resguardar el saqueo inconmensurable del agua de la presa para pagar el Tratado Internacional a Estados Unidos.
Los agricultores no llegaron de frente, se dividieron en grupos y les llegaron por diversos lados. Sortearon los gases lacriógenos, aguantaron los toletazos y terminaron por hacer rendir a los miembros de la Guardia Nacional.
Un monumental Himno Nacional Mexicano a todo pulmón escoltó a los policías fuera de Conchos.
El colofón fue el cierre de las compuertas de la presa.
Por la noche los agricultores temían una reacción de la Guardia Nacional para recuperar la presa, pero tendría que ser muy una acción por demás estúpida pretender algo así.
A ver qué dice AMLO en su mañanera. Insistirá en que son intereses políticos. Ciego a una realidad que acabó con la paciencia de los chihuahuenses y devasta al campo.
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Una cabeza fue la más visible en todo el movimiento. Incluso se dijo que fue el convocante a una mega caravana que inició en Lázaro Cárdenas.
Fue el exgobernador de Chihuahua, Don Fernando Baeza Meléndez, quien al frente de los agricultores arengó a defender lo propio.
Así como así, el viejo lobo de la política chihuahuense enseñó a propios y extraños cómo se debe lidiar con un problema de ese tamaño.
Sin palabrerías, sin ambajes, a la acción.
Don Fernando ya había dado señales de estar interesado en el movimiento. La semana pasada publicó un desplegado junto con otros exgobernadores, en el que le exigía al presidente López Obrador atender diligentemente el problema del agua en Chihuahua.
Por cierto, mientras que se daba la acción contundente, otros seguían haciendo llamados al presidente para que cerrara las compuertas de la presa.
Este Fisgón no necesita decir nombres, cada quien que agarre lo suyo.
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Queda una semana para que se lleve a cabo la rifa del avión presidencial, perdón, del equivalente en dinero al costo del avión presidencial. No hay que repetir la peor mentira de Andrés Manuel.
El asunto es que apenas se ha vendido el 63.58 % de los boletos. Algunos morenistas han invertido hasta 100 mil pesos (quien sabe si de su bolsa) como es el caso del gobernador de Tabasco, Adán Augusto López Hernández.
3 millones 815, 200, son los cachitos que se han vendido, según la Lotería Nacional. Significa que falta por vender casi el 37%.
La venta ha dejado la cantidad de mil 907.6 millones de pesos. Dicen que el 100 por ciento de los cachitos equivalen al 100 por ciento del costo del avión, como que no cuadra.
El sorteo será este 15 de septiembre y dará 100 premios de 20 millones de pesos. Como que tampoco cuadra.
La verdad es que no se han vendido esas cifras de boletos, porque muchos fueron ‘adquiridos’ con dinero decomisado por la Fiscalía General de la República y los boletos serán repartidos entre hospitales Covid.
Si la suerte quiere, tendrán recursos, sino, tendrán que seguir esperando por los apoyos oficiales.
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El joven Pedro Beristain Flores rindió protesta como nuevo presidente estatal juvenil del PRI en Chihuahua.
En su currículum tiene que fue presidente Nacional de la Red de Jóvenes por México y fue líder del Frente Juvenil Revolucionario.
El presidente saliente, Hiram Hernández fue el encargado de tomarle la protesta a través de plataformas digitales.
Beristain ha sido bastante felicitado y no solo de los actuales dirigentes en el poder dentro del PRI estatal, cuya rienda jala hacia un solo lado, sino de auténticos líderes morales que por el momento están en la banca.
